NUEVO (en castellano y catalán)
A finales del pasado mes de febrero se celebró en Barcelona una edición más del Mobile World Congress (MWC), el congreso de tecnología móvil y conectividad más importante del mundo.
El DIARI DE L'EDUCACIÓ, diario digital sobre educación en catalán, editado en Barcelona, publicó un artículo de la autoría de quien suscribe este texto, sobre proyecciones educativas de algunas tecnologías vistas en la visita al MWC. También, algunas reflexiones y conclusiones. También se mencionan las interpretaciones del congreso paralelo al MWC, alternativo y crítico con este, el Mobile Social Congress.
El artículo, publicado en catalán el 7 de marzo, se puede consultar en el siguiente enlace: "Futurs tecnològics amb projeccions educatives".
Para facilitar la compresión a quien no entienda el catalán (un idioma muy fácil y muy parecido al castellano), a continuación facilito la traducción al castellano:
Futuros
tecnológicos con proyecciones educativas
Después
de un tiempo en que, entre algunos sectores de la opinión pública y de la
educación, la restricción o prohibición de los teléfonos móviles en los centros
educativos parecía un tema capital (cuando fuera es donde más los utilizan y
sin control), la llegada de una nueva edición del Mobile
World Congress -MWC- en
Barcelona (del 26 al 29 de febrero pasado) ofreció la actualidad tecnológica al
mundo bajo el lema “Futur First”.
Algunos
colectivos de docentes allí presentes interpretaban como una paradoja y, hasta
cierto punto un contrasentido, que Europa siga siendo sede de un congreso como
este mientas las nuevas generaciones tienen muy regulado o prohibido el acceso
al móvil con finalidades educativas en el aula, limitando un conocimiento
profundo y una formación sobre aquello que la tecnología ofrece. Si la decisión
más extendida en algunos países es o será no al móvil al aula ni en el centro,
se supone que las familias u otros educarán a sus criaturas. O no lo hará
nadie, ni dentro ni fuera de los espacios educativos. Si bien existe la
posibilidad de utilizar ordenadores, donde mejor se ve su impacto es
aprendiendo con la presencia del artefacto en el aula, con las normas que sean
necesarias. Después, cuando salgan, ejercerán su libertad y responsabilidad
pero con formación. Así, pondrán mejor en práctica otra frase repetida en el
MWC: “Experience the power of connection” (como que el inglés es la lengua oficial
del Congreso en Barcelona, objeto de estudio general y de dominio cada vez
mayor, pueden sobrar las traducciones).
Transiciones
Los
más de 2.400 expositores congregaron más de cien mil visitantes de todas partes
(muchos asiáticos), con interferencias comunicativas y de negocio que pueden
ser objeto también de muchos aprendizajes, en un entorno neoliberal y
capitalista.
Durante
las últimas ediciones, las palabras-guía han ido evolucionando. Des de la
inicial y siempre presente, Smartphone, hasta la última y más repetida en este
encuentro, la Inteligencia Artificial (IA). El recorrido por concwptos
tecnológicos y aparatos ha pasado por el 4G, 5G, Metaverso, ChatGPT, Realidad
Aumentada, realidad Virtual, Movilidad, Electrificación, Robótica, Conectividad
y ahora una ubicua IA generativa dentro
de muchos aparatos, móviles incluidos. En algunos espacios ya emergía la
tecnología 6G, cuando aún la 5G es una asignatura pendiente en general.
Un
estudiante universitario a punto de acabar la carrera de Derecho, contratado
por una de las empresas punteras en telefonía móvil y que presentaba su último
aparato con IA incorporada, explicaba el potencial que tiene para mantener
conversaciones online en dos lenguas diferentes a la vez, para generar imágenes
y vídeos a partir de textos o para discriminar al máximo informaciones
adaptadas a las demandas del profesorado, en su caso. No obstante, según su
experiencia universitaria, había herramientas para descubrir intervenciones de
la IA, tramas conceptuales para el estudiante y marcos donde de momento la IA
no llega y sí puede hacerlo el profesorado. Es la tecnología como factor de
progreso y de visión crítica desde el conocimiento activo. Este estudiante
preguntaba a los docentes no universitarios que le escuchaban en el estand si
la IA ya era una materia en las aulas, si profesorado y familias también
pondrían trabas como a los móviles, y si no se daban cuenta de que ya la
tenemos presente en nuestras vidas, desde hace tiempo. “¿Cómo aprender a
progresar sin enfrentarse a la tecnología con su uso?- les interrogaba. Una
transición más en proyecciones educativas con posibles barreras.
Las
múltiples novedades significaban un potente atractivo para trasladar al
alumnado. Desde la admiración inicial al descubrir y entender los objetos
mostrados como si fueran en un escaparate -muchos también para llamar la
atención de visitantes a los estands- hasta pensar en cierto análisis crítico
sobre sus aspectos positivos o ventajas y sobre los efectos de todo tipo en la
vida diaria: prototipos de diversos coches eléctricos o autónomos llenos de
cámaras, coches voladores, drones policiales, ordenadores con pantallas
transparentes que reconocen objetos por detrás con IA, utilidades médicas y de
salud, importancia de la telemedicina y de las terapias digitales (software
evaluado clínicamente para prevenir y tratar enfermedades), móviles plegables,
robots androides que mantienen conversaciones con humanos en directo y que son
capaces de razonas y parecer que se emocionan, gafas con todo lo imaginable,
tablets que convierten el contenido en 3D sin necesidad de gafas.
El
análisis de la evolución tecnológica en las aulas ayudaría a convertir la educación
en más competencial, más próxima a la actualidad y para preparar el futuro,
siempre que la formación y la mentalidad docente esté abierta a todo esto.
Aunque no se haya visitado el MWC, en webs, medios de comunicación y redes como
TokTok, Youtube, Instagram i X (Twitter) se reproduce aquello más
representativo, con imágenes, explicaciones y demostraciones.
Los
pabellones dedicados al ecosistema de startups internacionales, el 4YFN (Four
Years From Now), continúan creciendo, con personas emprendedoras , a menudo
jóvenes de diferentes universidades o empresas que transmiten entusiasmo hacia
las nuevas propuestas tecnológicas. Este año ha acogido 850 compañías de 176
países en dos salones, uno más que el año pasado. Son un motivo más para
aprender con el talento digital que desprenden jóvenes ilusionados. Es la
importancia de mirar adelante con espíritu positivo, abierto y en un proceso
formador continuo.
Conclusiones
Como
decíamos, la IA ocupaba un lugar transversal porque, de hecho, aumenta su
presencia en nuestras vidas. Según estudios, el 75% de universitarios menores
de 25 años la utilizan frente a una cifra muy baja de su profesorado. En
sectores no universitarios también se ha disparado el uso y, también, se ha
incrementado el miedo entre docentes. Quizá algunos coinciden con partidarios
de la no tecnología móvil en las aulas. Mientras, aun está presente el lema del
MWC 2024: “Futur first”. Si decían que la IA ya provoca la reinvención de
muchas empresas, ¿cómo impactará en los sectores que desde ya han de formar a
las futuras personas que trabajarán en esas industrias, en un marco de
internacionalización?
En
encuentros tan multitudinarios y diversos, vale la pena reflexionar sobre qué
se puede aprender de congresos como este. A veces también hay aspectos
cuestionables. Docentes que visitaban el MWC llegaban a las siguientes
conclusiones:
- El idioma universal de la tecnología
aquí es el inglés, con persones de espacios geográficos donde se utilizan otras
lenguas. Las nuestras, inexistentes. El inglés, imprescindible. A tener en cuenta
en educación.
- La importancia de las reuniones a corta
distancia, rodeadas por intereses compartidos, donde exponer, emocionar,
intentar convencer y escuchar a los otros son importantes.
- El valor de la puesta en escena: cómo
llamar la atención, aspectos visuales, menos textos y más transmisión con
recursos para favorecer la comunicación.
- Las frases o lemas-impacto, a menudo
basados en la información, la persuasión y la positividad, por ejemplo:
advancing the inteligent world, connect to better futur, think forward, science
is not fiction, smart link better life.
- El valor de la presencialidad en los
encuentros, compatibles con la virtualidad.
- Aprender escuchando a persones expertas
que dialogan sin interrupciones y con respeto, compartiendo ideas, interpretaciones
y visiones de futuro.
- Hacer y mostrar: enseñar aquello que has
creado o producido. Si son máquinas, tocar y probar sirve para demostrar.
- La selección de lo más interesante, sin
olvidar el conjunto que también puede impactar o llamar la atención. Centrarse
ante la dispersión de tantas novedades, focalizar.
- La amabilidad y las buenas formes para
llegar a transmitir mensajes. El valor de la comunicación no verbal. Y más
aquí, unido todo a possibles ventas.
- La importancia de poner la tecnología al
servicio de la educación: un año más quedó de manifiesto en actos organizados
por la entidad mSchools i el Departament
d’Educació de la Generalitat de Cataluña, no solo con
buenas palabras y cifras reveladoras que demuestran lo que se hace.
Experiencias explicadas por docentes y alumnado demostraban el lema de
mSchools: Changin Education Together.
La
tecnologia en el MWC desde la perspectiva de género continúa siendo un tema
pendiente: se calculaba una asistencia del 26% de mujeres en esta nueva
edición. Son cifras como para pensar y tomar decisiones que favorezcan su
corrección, con especial incidencia en la formación del futuro. Si miramos en
perspectiva, en el Estado solo el 30% son alumnas de carreras STEM ((Science,
Technology, Engineering and Matematics). A favor, una evidencia más
esperanzadora: estos días se difundía el ejemplo de 35 profesionales mujeres del Estado que destacan en el sector
tecnológico por su liderazgo y Trabajo.
Contrastes
En
paralelo al MWC, cada año hay voces críticas con la realidad tecnológica, miradas
que también se pueden trasladar a las aulas. Y visiones sobre el uso humanista
de la tecnología, que ayude a afrontar retos éticos, o el efecto de los sesgos
de los algoritmos y de la creciente influencia de tantas máquinas, o la
regulación de las grandes tecnológicas, o normativas concretes para el
desarrollo de la IA. En el uso de la tecnología también se debería enseñar que
“NO es NO” en momentos concretos de cada día. Una propuesta no fácil de asumir
en tiempos de adicción inducida. Es importante explicar porqué el NO ayuda al
control y a valorar el SÍ. O qué hay detrás de tendencias como dejarse escanear el iris a cambio de criptomonedas, con largas
colas de adolescentes y jóvenes hace poco en algunos espacios urbanos.
El
otro congreso en paralelo al MWC, Mobile
Social Congress, mostró
otras realidades en torno a la tecnología, con una perspectiva crítica. El
deslumbramiento que provoca el MWC se contrarrestó con reflexiones sobre el
consumo y producción de tantos aparatós (cada año se venden en torno a 1.300
millones de smartphone). Ya hay 15 mil millones acumulados operando a nivel
mundial (casi el doble que la población). Es como para pensar sobre qué
escenarios y futuro plantea la continua digitalización con obsolescencia
programada y casi sin reparaciones, sobre retos desde una perspectiva ambiental
y de derechos humanos: extracción de minerales como el litio en Argentina o el
cobalto en El Congo y sus graves atentados de todo tipo (muy impactante el
libro “Cobalto Rojo” del periodista Siddarth Kara, basado en la
realidad de las minas de ese país). La huella de CO2, las condiciones laborales
en las fábricas de China y otros países asiáticos, o la justicia social y los
sesgos digitales. Por encima, el poder de los algoritmos para controlarnos. “No
queremos estar conectados de esta forma, no sentimos este poder de la conexión,
solo sentimos sus impactos”, se afirmaba en este fórum.
Tanto la Unión
Europea como
autoridades (en el caso de Cataluña, el reciente documento del Departamento de
Educación con orientaciones y recomendaciones para su uso en los centros) proponen,
legislan y publican normativas o documentos sobre IA. Ahora hay que conocer la
efectividad de todo en nuestras vides diarias.
En
resumen y para pensar: en un mundo tecnológico frenético analizar ayuda a
entender, discriminar obliga a usar y mirar de forma crítica pasa por no
prohibir: para aprender a interactuar con la realidad y desde los aparatos.
Evaristo
González Prieto