martes, 30 de julio de 2024

Acompañamiento digital y educación digital: 12-18 años (artículo del autor de este blog)

 

 NUEVO (en castellano y catalán)

El último número de la revista PEDIATRIA CATALANA, editada por la Sociedad Catalana de Pediatría, con sede en Barcelona, dedica un monográfico a la salud digital. Se basa en la jornada celebrada el pasado 25 de noviembre de 2023, con el título: Salud digital en pediatría

En esta revista se accede a temas muy interesantes relacionados con la pediatría. En el volumen 84, número 2, correspondiente a abril-junio de 2024, quien escribe es autor del artículo que figura entre las páginas 86 y 89, titulado: Acompanyament digital i educació digital: 12-18 anys (Acompañamiento digital y educación digital: 12-18 años). 

Toda la revista está escrita en catalán. Como saben, es un idioma muy fácil de entender. Pueden comprobarlo, por ejemplo si leen este número de la revista PEDIATRIA CATALANA (enlace en el título anterior).


---------TRADUCCIÓN AL CASTELLANO DE MI ARTÍCULO----

A continuación, les facilito la traducción de mi artículo al castellano:

Acompañamiento dígital y educación digital: 12-18 años


Introducción

Vivimos inmersos en un mundo digital donde, en los últimos años, nos hemos ido metiendo de forma rápida y sin instrucciones ni educación previas.  Internet y todos los dispositivos a nuestro alcance han sido las vías físicas y digitales por donde transitan continuas propuestas, contenidos y todo aquello imaginable o inimaginable. Y todo está en la nube (es decir, en otras máquinas físicas), al alcance de quien libremente lo quiera consultar. Prácticamente no hay filtros ni regulaciones, y pocas evaluaciones de efectos en el primer clic de turno. Y menos una mínima formación previa en la responsabilidad que implican nuestras actuaciones, con repercusiones posteriores en otras personas y en nosotros mismos. Somos piezas de un gran puzzle digital con mínimas escapatorias.


 Adolescentes y adultos hemos ido descargando aplicaciones facilitadas como gratuitas, aceptando cookis y lo que nos pidan, ofreciendo nuestros datos  a no se sabe quién, colgando y compartiendo imágenes y vídeos de todo tipo, siendo víctimas de la captación continua e imparable de nuestra atención, con la correspondiente reducción de horas de sueño y descanso. Aquí nos focalizaremos en la adolescencia, pero podríamos incluir a la población adulta y ya cierta infancia precoz, que accede a todo por el mismo sistema: vía teléfonos móviles comprados por las familias, las cuales se supone que les dan permiso para descargar aplicaciones que no les tocarían por edad. Últimamente, en vistas de los efectos, algunas familias de España piden a la escuela que regule los usos o prohíba los dispositivos en su interior (no es difícil adivinar qué pasará al salir del recinto escolar, en la calle o en los domicilios con el uso de estos aparatos), cuando un recurso imprescindible es una verdadera educación digital, predicar con el buen ejemplo de todos y fomentar la responsabilidad colectiva. En todo caso, la realidad es diversa y desde los sectores educativos poco a poco se dictaminan políticas, compromisos, programaciones y experiencias para avanzar en la formación digital. Seamos tecnooptimistas, por encima de todo.


Contextos digitales y presenciales en vidas adolescentes

La actual adolescencia nació en entornos digitales, inmersa en dispositivos llenos de posibilidades que los pueden cautivar durante todo el día. El despertar a la vida adulta va acompañado por la accesibilidad a mundos de todo tipo que les pueden ayudar a aprender, orientarles, estimular en positivo y abrir los ojos a fuentes de información diversas. Nunca habíamos dispuesto de tantos recursos para aprender, accesibles para todos y, en gran parte, gratuitos. Como contrapartida, la libertad de colgar y consultar puede ir acompañada de mundos perversos y de maldades humanas a disposición de todos.


En medio, la adolescencia se siente en la compañía digital de redes sociales, mensajería y productos audiovisuales de toda clase, que a menudo significan soledad en grupo, narcisismo expuesto en la red y venta de la propia personalidad como si fuera un producto más que hay que monetizar. Puede quedar atrapada por la captación continua de su atención entre alertas, notificaciones y scrolls infinitos facilitados por algoritmos cautivadores que quieren que nadie se pierda nada. O seguir a creadores de contenidos e influencias deslumbrantes que pueden informar de todo, a veces sabiendo poco de lo que hablan, como si sus consejos tuvieran siempre fiabilidad científica: sobre salud, cosmética, alimentación, autolesiones, estética, tentaciones suicidas, relaciones, sexualidad, ansiedad y lo que haga falta. Justamente, todo pasa en momentos vitales de cambios físicos y psicológicos, en los cuales se forma la personalidad, y convive con modelos como el de las vidas de Instagram y Tik Tok.


Al lado de las grandes oportunidades y de los efectos positivos que brinda y produce la digitalización global en la adolescencia, en un mundo capitalista, rápido y con demandas de unos estándares concretos, se dan a conocer afectaciones en la salud mental, depresiones, tristeza, ansiedades, consumos, neofobias, postureo, dependencias, machismos, captaciones, juegos, falta de fortaleza personal, etc. Hay quien establece lazos entre Internet, pantallas, dispositivos y estos estados personales y sociales, como si solo hubieran culpables digitales. A esto se añaden libros oportunos e interesantes que, desde los títulos hasta las promociones, utilizan viejas técnicas de captación persuasiva en las que las pantallas siempre son las causantes principales, con términos como generación ansiosa, cretinos digitales, hijos imbéciles, devoran a nuestros hijos, etc.

También hay profesionales que piensan que las manifestaciones relacionadas con la salud y los estados de ánimo ya estaban en la sociedad. Ahora son más visibles, conocidas, expuestas, ampliadas y compartidas gracias a Internet (1-2). No son partidarios de medidas prohibicionistas, sí de analizar los contextos en conjunto y situarlos en la actualidad para adoptar medidas posteriores. Mientras tanto, la adolescencia necesita acompañamiento, guías, contextualizar su entorno para que lo entiendan, ser escuchada, capacidad de empatizar con ella y ofrecerles educación para un mundo cambiante, donde el futuro se desconoce pero es preciso prepararlo desde el presente, y donde la digitalización será indudable. 

Hay que tener en cuenta también en qué circunstancias grandes sectores de nuestra adolescencia viven cada día. La pobreza extrema o la riqueza desmesurada, las desestructuraciones, las ignorancias, las violencias de todo tipo, el sexismo, el desarraigo, las ideologías y las posturas extremistas, la soledad, las propuestas para conseguir dinero fácil, la llegada de otros países o lugares huyendo de situaciones complicadas son condicionantes que marcan, y todo forma parte de su mundo físico y real, con gran poder para generar problemáticas concretas. También, a esto le añadimos las ya imprescindibles interferencias digitales. Aquello que observamos responde a unas causas, se da en unos contextos y en unos entornos complejos, donde los juicios fáciles desde posiciones adultas tienen la posibilidad de acertar o no. En todo caso, más que juzgar, se impone ayudar.


Acompañar y educar en digital

Además del compromiso efectivo de educar en digital desde las aulas, tal como decíamos, el ejemplo personal y social en el uso de la tecnología es una buena fuente de aprendizajes para la infancia y la adolescencia. Como un punto de partida, los centros educativos españoles disponen de documentación oficial elaborada por las autoridades educativas y expertos, además de otras propuestas de organismos y entidades que definen y guían sobre qué hay que hay que aprender y cómo hacerlo (3-4). También ocurre que algunos entornos y ciertas presiones sociales o mediáticas originan cierto miedo, que acaba en restricciones y hasta prohibiciones en las aulas. Además, hay posturas negacionistas hacia el uso de la tecnología, defendidas en libros que, oportunamente, resaltan consecuencias y prevén más problemas si no seguimos sus recomendaciones (5-8).


También hay estudios e informes de organizaciones estatales e internacionales que periódicamente analizan en profundidad el impacto tecnológico y aportan directrices para entender y guiar actuaciones de mejora, si hacen falta (9-12). Por tanto, existen herramientas para pasar de la teoría a la práctica y al revés.


La tecnoética, la ciberconvivencia y el uso saludable de las tecnologías son contenidos imprescindibles, como también el aprender mecanismos para centrar la atención en aquello que es importante, y no solamente en las urgencias que marcan las redes sociales.A esto se lo conoce  como el control de la atracción sobre lo que no debería significar un estímulo en aquel momento, encadenado a otros en la misma línea, en una cadena  continua, sin fin. Se ha de aprender que el sentido común digital protege y es la mejor autorregulación ante presiones de las plataformas, del círculo de personas próximas y de objetivos personales que quizá no son tan fundamentales. En todo caso, este sentido común se ha de formar para saber cómo actuar correctamente antes tantas situaciones.


Propuestas desde el tecnooptimismo educativo

Tanto el mundo educativo como el médico-pediátrico se necesitan mutuamente para que la educación digital llegue a la adolescencia y a sus familias de la forma más efectiva y saludable posible.

Desde el optimismo educativo se formulan diversas propuestas:

  1. Educación con la colaboración de profesorado, familias y alumnado, sumando las ideas y reflexiones de todos, extraídas también de expertos y de la práctica y experiencias vividas. 
  2. Reglamentaciones y normativas de las autoridades reguladoras para que las empresas tecnológicas adopten criterios éticos responsables, con el valor añadido de no perturbar a las personas y sí de construir desde la privacidad y la eficacia. La realidad muestra cómo la globalización y determinados intereses buscan formas para conseguir sus propósitos: legales, alegales o ilegales.
  3. Contenidos actualmente fundamentales en las aulas. Responden a necesidades y demandas de la sociedad y de las personas, con ciertos nexos digitales e interrelaciones mutuas entre todos:
    1. Educación digital y en ciberconvivencia, incluyendo también los efectos en la salud propia y ajena.
    2. Educación mediática, con la discriminación de la veracidad, credibilidad de las informaciones, noticias falsas, mentiras y corrientes de opinión.
    3. educación sobre el clima y su preservación, incluyendo también todo lo relacionado con el gasto energético que provocan las tecnologías y el origen de las materias primas para fabricar las máquinas.
    4. Educación sexo-afectiva y relacional desde la infancia, incidiendo también en la imagen personal que se distribuye en Internet y las consecuencias, los efectos del machismo y de la hipersexualización imperantes, mecanismos de captación de menores en las redes, engaños, pederastia, etc. 
  4. La empatía para saber situarse en el lugar de los otros, de pensar antes de actuar en Internet y de prever los efectos que pueden generar contenidos y comentarios antes de colgarlos.
  5. Aprender a desconectar de redes y de pantallas en determinados momentos. Y a conectar con nosotros mismos. El silencio interior sirve para escucharnos.
  6. El valor del nosotros respecto al yo. En el mundo digital la colectividad también debería importar más que la individualidad.


Conclusiones

La educación digital nos implica a todos. Porque el mundo es digital, la tecnología mueve todos los sectores y el entorno laboral se compone en parte de aspectos ligados a un sector que va unido a la globalización. La irrupción de las tecnologías ha provocado cambios continuos y adaptaciones a un mundo que no ha incluido formación previa para una mayoría de usuarios. Los efectos de este proceso sin retorno ya se ven y se estudian. Se precisa una educación y una formación en las etapas de educación obligatoria, pero también en el mundo adulto, en un continuo aprendizaje. 


A  todos nos afecta la frase que se atribuye al entomólogo y biólogo de Estados Unidos Edward Wilson (1929-2021): El verdadero problema de la humanidad es que tenemos emociones del paleolítico, instituciones medievales y tecnología propia de un dios. Y esto es terriblemente peligroso.


Las escuelas y las consultas pediátricas tienen un gran papel y se esfuerzan para provocar cambios positivos. Respecto a los temas educativos - aunque a veces ocurre que aquello que la escuela enseña en las aulas, al salir a la calle, algunos sectores de la sociedad lo niegan- la fuerza colectiva y la creencia en los cambios consolidarán las mejoras. 

Es necesario seguir adelante: la educación es la forma más efectova de mejorar el mundo. También el digital.


Bibliografía

(1). Candice LO. The great rewiring: is social media really behind an epidemia of teenage mental illness? Revista Nature. Accesible en Internet (fecha de consulta: 29-03-2024). Disponible en: https://www.nature.com/articles/d41586-024-00902-2


(2). Eiko&Teams, Social media bans don’t address youth mental Health problems. Eiko Las. Accesible en Internet (fecha de consulta: 23-04-2024). Disponible en: https://eiko-fried.com/social-media-bans-dont-address-youth-mental-health-problems/ 


(3). Generalitat de Catalunya. Les tecnologías digitals a la infància, l’adolescencia i la joventut. Barcelona, 2017. Disponible en: https://govern.cat/govern/docs/2022/09/28/11/29/4930d590-e484-42eb-a98a-a8444f4563a9.pdf 


(4). Departament d’educacio, Generalitat de Catalunya. Marc de referència de la competència digital docent. Barcelona, 2022. Disponible en: https://educacio.gencat.cat/web/.content/home/departament/publicacions/colleccions/pla-educacio-digital/marc-referencia-competencia-digital-docent/marc-referencia-cdd.pdf


(5). Cari J. El valor de la atención. Barcelona: Península/Planeta; 2023.


(6). Desmurget M. La fábrica d ecretinos digitales. Barcelona: Península/Planeta; 2020.


(7). Villar G. Cómo las pantallas devoran a nuestros hijos/Com les pantallas devoren les nostres fills. Barcelona: Herder; 2023.


(8). Haidt J. La generación ansiosa. Barcelona: Herder; 2023.


(9). ONTSI. Gobierno de España. Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial. Impacto del aumento del uso de Internet y las redes sociales en la salud mental de jóvenes y adolescentes. Madrid, octubre 2023. Disponiblee en: https://www.ontsi.es/sites/ontsi/files/2023-10/policybriefredesocialesaludmentaljovenesyadolescentes.pdf


(10). UNICEF. Impacto de la tecnología en la adolescencia. Madrid, 2021. Disponible en: https://www.unicef.es/publicacion/impacto-de-la-tecnologia-en-la-adolescencia 




NOTA

Este trabajo recoge uno de los temas presentados en la XIII Jornada Multidisciplinaria de la Sociedad Catalana de Pediatría, que bajo el título Salud digital en pediatría tuvo lugar en Barcelona, en la Academia de Ciencias Médicas y de la Salud de Cataluña y Baleares, el 25 de noviembre de 2023. 











lunes, 22 de abril de 2024

Educación digital en la adolescencia

 NUEVO (en castellano y catalán)

 "Educación digital en la adolescencia", fue el título de mi contribución a la II Jornada sobre avances en psiquiatría y psicología infanto-juvenil. Estuvo dedicada al impacto de la tecnología y las redes sociales en la salud mental infanto-juvenil. Se celebró el pasado 18 de abril de 2024 en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.

Ante el "ruido" generado se impone el sentido común y la cordura, en un mundo digital. Palabras, términos y juicios catastrofistas pueden retratar pero también ayudar a "vender" productos, libros, ideologías, conferencias, artículos, etc. 

Ensayistas, divulgadores, psicólogos y otros expertos se encumbran a movimientos necesarios que interpretan y juzgan. O predicen futuros muy negros si no se hace lo que dicen. En todo caso, son  puntos de vista muy interesantes que hay que tener en cuenta.

Son frecuentes expresiones como devorar a nuestros hijos, cretinos digitales, imbéciles digitales, generación ansiosa, prohibiciones, regulaciones, deducciones, conclusiones y recomendaciones tradicionalistas quizá acertadas pero no del todo acordes con estos tiempos.

Y ténganlo en cuenta: siempre  con derecho a confundirme ante personas mucho más expertas y formadas. Disculpas.

Les facilito el acceso a mi presentación, en castellano y en catalán. Construida desde las aulas. Gracias al contacto con adolescentes y a un uso intensivo de las TIC desde hace más de 25 años.

 

 

sábado, 23 de marzo de 2024

Futuros tecnológicos con proyecciones educativas / futurs tecnològics amb projeccions educatives

 NUEVO (en castellano y catalán)

A finales del pasado mes de febrero se celebró en Barcelona una edición más del Mobile World Congress (MWC), el congreso de tecnología móvil y conectividad más importante del mundo.

El DIARI DE L'EDUCACIÓ,  diario digital sobre educación en catalán, editado en Barcelona, publicó un artículo de la autoría de quien suscribe este texto,  sobre  proyecciones educativas de algunas tecnologías vistas en la visita al MWC. También, algunas reflexiones y conclusiones. También se mencionan las interpretaciones del congreso paralelo al MWC,  alternativo y crítico con  este, el Mobile Social Congress.

El artículo, publicado en catalán el 7 de marzo, se puede consultar en el siguiente enlace: "Futurs tecnològics amb projeccions educatives".

Para facilitar la compresión a quien no entienda el catalán (un idioma muy fácil y muy parecido al castellano), a continuación facilito la traducción al castellano:

 

Futuros tecnológicos con proyecciones educativas

Después de un tiempo en que, entre algunos sectores de la opinión pública y de la educación, la restricción o prohibición de los teléfonos móviles en los centros educativos parecía un tema capital (cuando fuera es donde más los utilizan y sin control), la llegada de una nueva edición del Mobile World Congress -MWC- en Barcelona (del 26 al 29 de febrero pasado) ofreció la actualidad tecnológica al mundo bajo el lema “Futur First”.

Algunos colectivos de docentes allí presentes interpretaban como una paradoja y, hasta cierto punto un contrasentido, que Europa siga siendo sede de un congreso como este mientas las nuevas generaciones tienen muy regulado o prohibido el acceso al móvil con finalidades educativas en el aula, limitando un conocimiento profundo y una formación sobre aquello que la tecnología ofrece. Si la decisión más extendida en algunos países es o será no al móvil al aula ni en el centro, se supone que las familias u otros educarán a sus criaturas. O no lo hará nadie, ni dentro ni fuera de los espacios educativos. Si bien existe la posibilidad de utilizar ordenadores, donde mejor se ve su impacto es aprendiendo con la presencia del artefacto en el aula, con las normas que sean necesarias. Después, cuando salgan, ejercerán su libertad y responsabilidad pero con formación. Así, pondrán mejor en práctica otra frase repetida en el MWC: “Experience the power of connection” (como que el inglés es la lengua oficial del Congreso en Barcelona, objeto de estudio general y de dominio cada vez mayor, pueden sobrar las traducciones).

 

Transiciones

Los más de 2.400 expositores congregaron más de cien mil visitantes de todas partes (muchos asiáticos), con interferencias comunicativas y de negocio que pueden ser objeto también de muchos aprendizajes, en un entorno neoliberal y capitalista.

Durante las últimas ediciones, las palabras-guía han ido evolucionando. Des de la inicial y siempre presente, Smartphone, hasta la última y más repetida en este encuentro, la Inteligencia Artificial (IA). El recorrido por concwptos tecnológicos y aparatos ha pasado por el 4G, 5G, Metaverso, ChatGPT, Realidad Aumentada, realidad Virtual, Movilidad, Electrificación, Robótica, Conectividad y ahora una  ubicua IA generativa dentro de muchos aparatos, móviles incluidos. En algunos espacios ya emergía la tecnología 6G, cuando aún la 5G es una asignatura pendiente en general.

Un estudiante universitario a punto de acabar la carrera de Derecho, contratado por una de las empresas punteras en telefonía móvil y que presentaba su último aparato con IA incorporada, explicaba el potencial que tiene para mantener conversaciones online en dos lenguas diferentes a la vez, para generar imágenes y vídeos a partir de textos o para discriminar al máximo informaciones adaptadas a las demandas del profesorado, en su caso. No obstante, según su experiencia universitaria, había herramientas para descubrir intervenciones de la IA, tramas conceptuales para el estudiante y marcos donde de momento la IA no llega y sí puede hacerlo el profesorado. Es la tecnología como factor de progreso y de visión crítica desde el conocimiento activo. Este estudiante preguntaba a los docentes no universitarios que le escuchaban en el estand si la IA ya era una materia en las aulas, si profesorado y familias también pondrían trabas como a los móviles, y si no se daban cuenta de que ya la tenemos presente en nuestras vidas, desde hace tiempo. “¿Cómo aprender a progresar sin enfrentarse a la tecnología con su uso?- les interrogaba. Una transición más en proyecciones educativas con posibles barreras.

Las múltiples novedades significaban un potente atractivo para trasladar al alumnado. Desde la admiración inicial al descubrir y entender los objetos mostrados como si fueran en un escaparate -muchos también para llamar la atención de visitantes a los estands- hasta pensar en cierto análisis crítico sobre sus aspectos positivos o ventajas y sobre los efectos de todo tipo en la vida diaria: prototipos de diversos coches eléctricos o autónomos llenos de cámaras, coches voladores, drones policiales, ordenadores con pantallas transparentes que reconocen objetos por detrás con IA, utilidades médicas y de salud, importancia de la telemedicina y de las terapias digitales (software evaluado clínicamente para prevenir y tratar enfermedades), móviles plegables, robots androides que mantienen conversaciones con humanos en directo y que son capaces de razonas y parecer que se emocionan, gafas con todo lo imaginable, tablets que convierten el contenido en 3D sin necesidad de gafas.

El análisis de la evolución tecnológica en las aulas ayudaría a convertir la educación en más competencial, más próxima a la actualidad y para preparar el futuro, siempre que la formación y la mentalidad docente esté abierta a todo esto. Aunque no se haya visitado el MWC, en webs, medios de comunicación y redes como TokTok, Youtube, Instagram i X (Twitter) se reproduce aquello más representativo, con imágenes, explicaciones y demostraciones.

Los pabellones dedicados al ecosistema de startups internacionales, el 4YFN (Four Years From Now), continúan creciendo, con personas emprendedoras , a menudo jóvenes de diferentes universidades o empresas que transmiten entusiasmo hacia las nuevas propuestas tecnológicas. Este año ha acogido 850 compañías de 176 países en dos salones, uno más que el año pasado. Son un motivo más para aprender con el talento digital que desprenden jóvenes ilusionados. Es la importancia de mirar adelante con espíritu positivo, abierto y en un proceso formador continuo.

 

Conclusiones

Como decíamos, la IA ocupaba un lugar transversal porque, de hecho, aumenta su presencia en nuestras vidas. Según estudios, el 75% de universitarios menores de 25 años la utilizan frente a una cifra muy baja de su profesorado. En sectores no universitarios también se ha disparado el uso y, también, se ha incrementado el miedo entre docentes. Quizá algunos coinciden con partidarios de la no tecnología móvil en las aulas. Mientras, aun está presente el lema del MWC 2024: “Futur first”. Si decían que la IA ya provoca la reinvención de muchas empresas, ¿cómo impactará en los sectores que desde ya han de formar a las futuras personas que trabajarán en esas industrias, en un marco de internacionalización?

En encuentros tan multitudinarios y diversos, vale la pena reflexionar sobre qué se puede aprender de congresos como este. A veces también hay aspectos cuestionables. Docentes que visitaban el MWC llegaban a las siguientes conclusiones:

-       El idioma universal de la tecnología aquí es el inglés, con persones de espacios geográficos donde se utilizan otras lenguas. Las nuestras, inexistentes. El inglés, imprescindible. A tener en cuenta en educación.

-       La importancia de las reuniones a corta distancia, rodeadas por intereses compartidos, donde exponer, emocionar, intentar convencer y escuchar a los otros son importantes.

-       El valor de la puesta en escena: cómo llamar la atención, aspectos visuales, menos textos y más transmisión con recursos para favorecer la comunicación.

-       Las frases o lemas-impacto, a menudo basados en la información, la persuasión y la positividad, por ejemplo: advancing the inteligent world, connect to better futur, think forward, science is not fiction, smart link better life.

-       El valor de la presencialidad en los encuentros, compatibles con la virtualidad.

-       Aprender escuchando a persones expertas que dialogan sin interrupciones y con respeto, compartiendo ideas, interpretaciones y visiones de futuro.

-       Hacer y mostrar: enseñar aquello que has creado o producido. Si son máquinas, tocar y probar sirve para demostrar.

-       La selección de lo más interesante, sin olvidar el conjunto que también puede impactar o llamar la atención. Centrarse ante la dispersión de tantas novedades, focalizar.

-       La amabilidad y las buenas formes para llegar a transmitir mensajes. El valor de la comunicación no verbal. Y más aquí, unido todo a possibles ventas.

-       La importancia de poner la tecnología al servicio de la educación: un año más quedó de manifiesto en actos organizados por la entidad mSchools i el Departament d’Educació  de la Generalitat de Cataluña, no solo con buenas palabras y cifras reveladoras que demuestran lo que se hace. Experiencias explicadas por docentes y alumnado demostraban el lema de mSchools: Changin Education Together.

La tecnologia en el MWC desde la perspectiva de género continúa siendo un tema pendiente: se calculaba una asistencia del 26% de mujeres en esta nueva edición. Son cifras como para pensar y tomar decisiones que favorezcan su corrección, con especial incidencia en la formación del futuro. Si miramos en perspectiva, en el Estado solo el 30% son alumnas de carreras STEM ((Science, Technology, Engineering and Matematics). A favor, una evidencia más esperanzadora: estos días se difundía el ejemplo de 35 profesionales mujeres del Estado que destacan en el sector tecnológico por su liderazgo y Trabajo.

 

Contrastes

En paralelo al MWC, cada año hay voces críticas con la realidad tecnológica, miradas que también se pueden trasladar a las aulas. Y visiones sobre el uso humanista de la tecnología, que ayude a afrontar retos éticos, o el efecto de los sesgos de los algoritmos y de la creciente influencia de tantas máquinas, o la regulación de las grandes tecnológicas, o normativas concretes para el desarrollo de la IA. En el uso de la tecnología también se debería enseñar que “NO es NO” en momentos concretos de cada día. Una propuesta no fácil de asumir en tiempos de adicción inducida. Es importante explicar porqué el NO ayuda al control y a valorar el SÍ. O qué hay detrás de tendencias como dejarse escanear el iris a cambio de criptomonedas, con largas colas de adolescentes y jóvenes hace poco en algunos espacios urbanos.

El otro congreso en paralelo al MWC, Mobile Social Congress, mostró otras realidades en torno a la tecnología, con una perspectiva crítica. El deslumbramiento que provoca el MWC se contrarrestó con reflexiones sobre el consumo y producción de tantos aparatós (cada año se venden en torno a 1.300 millones de smartphone). Ya hay 15 mil millones acumulados operando a nivel mundial (casi el doble que la población). Es como para pensar sobre qué escenarios y futuro plantea la continua digitalización con obsolescencia programada y casi sin reparaciones, sobre retos desde una perspectiva ambiental y de derechos humanos: extracción de minerales como el litio en Argentina o el cobalto en El Congo y sus graves atentados de todo tipo (muy impactante el libro  Cobalto Rojo  del periodista Siddarth Kara, basado en la realidad de las minas de ese país). La huella de CO2, las condiciones laborales en las fábricas de China y otros países asiáticos, o la justicia social y los sesgos digitales. Por encima, el poder de los algoritmos para controlarnos. “No queremos estar conectados de esta forma, no sentimos este poder de la conexión, solo sentimos sus impactos”, se afirmaba en este fórum.

 Tanto la Unión Europea como autoridades (en el caso de Cataluña, el reciente documento del Departamento de Educación con orientaciones y recomendaciones para su uso en los centros) proponen, legislan y publican normativas o documentos sobre IA. Ahora hay que conocer la efectividad de todo en nuestras vides diarias.

En resumen y para pensar: en un mundo tecnológico frenético analizar ayuda a entender, discriminar obliga a usar y mirar de forma crítica pasa por no prohibir: para aprender a interactuar con la realidad y desde los aparatos.

Evaristo González Prieto