Aun año y medio del comienzo de la pandemia Covid19 y las severas restricciones gubernamentales desencadenadas por la misma, las organizaciones están dispuestas a avanzar con esfuerzos innovadores para impulsar el crecimiento, advirtiéndose que el teletrabajo o el trabajo en línea llegó para instalarse en la cultura laboral.
La pandemia desafió a todos a partir del 2020 y nos puso a prueba, modificando completamente los procesos de planificación de las organizaciones, grandes, medianas y pequeñas, de los profesionales, emprendedores y trabajadores en general.
Muchas empresas han utilizado la pandemia como una oportunidad para reevaluar su modelo de negocios. ¿Cuáles piezas pueden tener éxito sin grandes cambios? ¿Cuáles necesitan ser redireccionadas? ¿Cuáles deberían ser eliminadas? ¿Dónde están las áreas de crecimiento sin explotar? ¿Qué nuevos negocios debemos encarar?
Sean cuales sean sus conclusiones, los directivos y ejecutivos están siendo proactivos y, pese a la incertidumbre presente encuentran respuestas.
Por ejemplo, algunos en el sector minorista descubrieron rápidamente las formas de mantener el negocio en auge mientras se cerraban los locales y negocios a la calle, al reforzar sus modalidades de comercio electrónico y facilitando a los clientes las compra en línea, u organizando recolecciones sin contacto en los locales o tiendas.
Hoy, es fácil pintar todo bajo el contexto pandémico, pero la crisis actual está exacerbando los problemas existentes, acelerando las tendencias actuales y requiriendo más colaboración en todas las organizaciones para sacar las cosas adelante. Por ejemplo, normalmente se necesitan unos 10 años para desarrollar una vacuna, según la información de los grandes laboratorios, que suministran productos utilizados por las empresas biofarmacéuticas. Dada la crisis, el mundo trató de desarrollar una vacuna en tan solo un año más o menos, y eso ha llevado a los laboratorios a acelerar el proceso también afuera de los mismos. En efecto, las empresas tuvieron que pensar en cómo podrían ayudar a sus clientes del sector de la salud y asignar los medios financieros para lograr y entregar esos cambios a un ritmo más rápido de lo habitual. Eso implica, internamente, tener una interacción constante con los distintos sectores, pero especialmente con la cadena de suministro y los recursos humanos para establecer nuevas formas de trabajar.
Muchos de los grandes pasos dados por empresas medianas están relacionados con la tecnología, y en tal sentido, muchas aumentaron las inversiones en tecnología, y otras están adoptando servicios en la nube adicionales.
Son tiempos disruptivos y preguntamos ¿Qué estamos haciendo por nosotros?
¿Cómo nos preparamos para subir a estos nuevos escenarios que exigen aprendizajes y un entrenamiento diferente a fin de adaptarnos a un entorno laboral muy cambiante?
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