La educación de adultos y las personas en permanente formación son dos conceptos que deberían estar muy presentes en todas las franjas de edad. Ser una persona adulta implica adaptarse a un mundo cambiante en el que el conocimiento, la formación y la educación tienen cada vez más importancia porque nunca acaban. Al contrario.
La formación de personas adultas no debería ser una segunda oportunidad, es mejor hablar o de una nueva oportunidad o de un proceso de aprendizaje continuo a lo largo de toda la vida.
Les comparto mi artículo publicado en la revista MAGISTERIO, titulado (enlace): Educación de adultos y personas en permanente formación.
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