martes, 23 de septiembre de 2025

"Escenarios educativos en horizontal y en vertical"

 (Artículo traducido al castellano, original en catalán, publicado el pasado 16 de septiembre en EL DIARI DE L'EDUCACIÓ, revista educativa de Barcelona). 


Este texto recoge pinceladas sobre la horizontalidad y la verticalidad en educación hoy: pantallas móviles en uno u oto formato por imperativo de las tecnológicas (con el efecto de representación que conlleva) y la enseñanza en vertical y en horizontal en las aulas.

Contra el prohibicionismo tecnológico en educación, a favor de una profunda educación con las TIC desde la infancia, con  el compromiso global para formar en la digitalización en que estamos inmersos, a favor de  la ética y del humanismo ante un panorama en el que el gran poder de la Inteligencia Artificial no nos ha de obnubilar nuestra capacidad para pensar y decidir. 


Artículo en catalán: Escenaris educatius en horitzontal i en vertical


-------- TRADUCCIÓN AL CASTELLANO------------------------------


Escenarios educativos en horizontal y en vertical


Entre la juventud predominan las tendencias digitales, pero también están presentes las analógicas y las de relación grupal física.


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La educación está llena de escenarios, decisiones, opiniones, publicaciones y miradas de todo tipo que nos llegan desde múltiples plataformas y expertos. Suelen abordarse más puntos de vista de personas de fuera del aula que de las implicadas desde dentro,  de quien está más en contacto diario con el alumnado. De la verticalidad de la clase magistral o de la reflexión del experto a la horizontalidad de las reuniones y de propuestas a través del diálogo presencial y de las redes sociales donde, a menudo abundan muchos púlpitos verticales ofreciendo tendencias diversas, hasta inventando una realidad que es la suya, teñida por evidencias (tan de moda). Las tecnologías forman parte muy activa de todo el proceso, fomentan el debate y amplían estos espacios.


Pantallas

Fijándose en la orientación física de las pantallas, si hoy los escenarios preferidos que nos ofrecen los dispositivos móviles pueden ser en vertical o en horizontal según imposiciones de las redes sociales, respecto a los aprendizajes, también a menudo se convive con otros posicionamientos: la enseñanza reglada y dirigida desde arriba lo hace con saberes de igual a igual, tanto presencialmente como en formato online, con las consultas de diversas fuentes para aprender, buscar soluciones entre tantas posibilidades que se ofrecen en red, fomentar la supuesta democratización en continuas publicaciones de todo tipo, con algunos efectos colaterales relacionados con la credibilidad de opiniones lanzadas sin la formación adecuada, cayendo a veces en la confrontación  o el reaccionarismo, o el incremento compartido y viral de las fake news.


Además, en estos escenarios, contamos con novedades no pedidas como la Inteligencia Artificial (IA), gran aliada o enemiga que se alimenta de todo lo que encuentra y revoluciona las formas y los procesos clave hasta ahora para aprender, basados en modelos tradicionales donde los resultados son más importantes que esos procesos para conseguirlos, y da pie a investigar sobre cómo aprovecharla para generar cambios transformadores. Ahora se ha convertido en la inevitable moda, es un reclamo para comprar nuevos dispositivos, todo pasa por una IA que sale ganando: todo aquello que se trabaja con ella le sirve para seguir exprimiéndolo, chupando y aprendiendo. La fascinación por estas herramientas genera escenarios  con implicaciones de todo tipo. La IA y sus automatismos, con sesgos algorítmicos programados por alguien, acusada de plagio universal, usada por públicos desde los 12 años o antes, con retos educativos: ¿cómo aprender sin esfuerzo? Somos esclavos forzados por fórmulas matemáticas y estadísticas  basadas en dos números: el uno y  el cero, algoritmos calificados por alguien como el horóscopo de nuestro tiempo. Dentro del llamado Encantamiento Tecnológico, observado en muchas actitudes favorecidas por algunos mensajes en las redes sociales o en publicaciones variadas, la educación ocupa un lugar privilegiado para llevar a cabo su función, en este escaparate/escenario que, de entrada, desconcierta. Con incógnitas sobre los efectos de la tecnología en nosotros: ¿estamos ante un nuevo cerebro?


Escenarios

Mientras entre docentes hay cierto respeto a  introducir la IA en educación , otros la han incorporado o han hecho cursos recientemente, aunque ya se escuchan propuestas prohibicionistas (significaría, de nuevo, poner puertas al campo), tal como pasó con algunos artefactos móviles en las aulas o las sugerencias para prohibir las redes sociales a menores de 16 años, copiando Australia. Regular más, prohibir menos, podría aportar una inteligencia natural que mira al futuro desde el presente, con la consulta de documentos oficiales y de la definición de los nuevos marcos de competencias en materia de IA de la UNESCO (2024) o las nuevas implicaciones éticas de la IG generativa. 

Se entiende y se deduce que la formación en competencia digital se está consolidando en las aulas, tanto entre docentes como entre el alumnado. 

Partiendo de este punto, después de las prohibiciones de aparatos móviles se supone que el alumnado ha practicado bastante, con seguridad y conocimiento de causa a lo largo de las 13 últimas semanas de vacaciones de verano. Con las pantallas en horizontal o en vertical, dependiendo de los formatos de las redes sociales seguidas (y en teoría desterradas de las aulas), se supone también que la formación en alfabetización mediática y en pensamiento crítico está consolidada y fue la base para una convivencia más segura durante este tiempo sin clases (incluida entre familias), en general se supone que con un consumo muy notable de dispositivos prohibidos dentro de los centros. ¿O no ha sido así? ¿Cómo educar en un mundo digital sin formar en las aulas sobre unos artefactos que son los más utilizados por todos en todo el mundo, fuera de los lugares con más capacidad para enseñar su uso y reflexionar sobre sus efectos? ¿Quién lo hará en este marco tan prohibicionista? Las consecuencias ya son evidentes.


Escenografías

Entre la juventud predominan las tendencias digitales, pero también están presentes las analógicas y las de relación grupal física. El consumo de libros en papel y/o en digital abunda pero tendría que ser mayor, los actos más o menos multitudinarios y las reuniones presenciales forman parte de sus vidas, como las redes sociales y las ventajas de la digitalización, dicen que con tendencias más conservadoras entre ellos y más progresistas entre ellas, inmersos en escenarios de consumo compulsivo, adictivo y, en cierta medida, programado por las tecnológicas a cambio de datos para la IA, por ejemplo. Pero también hay actuaciones críticas y experiencias innovadoras fruto de una mentalidad que parte del cuestionamiento informado y de propuestas educativas positivas.

Hay fenómenos y tendencias que no pueden pasar desapercibidos. Además de canales de vídeo concretos, de tanta información en Instagram o TikTok, las comunidades lectoras jóvenes surgidas en esta última red social, con el nombre de BookTok, son todo un fenómeno que genera pasión por la lectura, una demostración  más de estos efectos positivos entre tanta oferta. O las plataformas de estimulación a la escritura y publicación digital como Wattpad, origen de libros de éxito juvenil. Más ejemplos positivos visitados recientemente y próximo, entre otros temas:

  • La Guia de herramientas digitales tecnoéticas, una guía joven para reflexionar sobre el cambio (original en catalán: una guia d’eines digitals tecnoètiques, una guia jove per a reflexionar sobre el canvi), detrás de la cual hay jóvenes vinculados a las cooperativas  Escola Lliure El Sol y FemProcomuns de Barcelona. Presentada en diferentes espacios, se centra en la justicia global y en seis ejes para tener en cuenta con la tecnología: justicia económica y social, justicia ambiental, interculturalidad crítica, perspectiva feminista, relaciones de poder, derechos humanos y gobernanza y paz y no violencia. Trabajan con el objetivo “de acercar las herramientas digitales libres a la población en general y sobretodo, a los jóvenes”. Una propuesta nacida en Barcelona, a tener en cuenta, en un escenario horizontal y colaborativo.
  • La última entrega de los premios mSchool Award 2025 en Barcelona, en el pasado mes de junio. Una iniciativa impulsada por la Fundación Mobile World Capital de BCN, el Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Barcelona y la patronal de telefonía móvil GSMA, organizadora del Mobile World Congress. Alumnado muy joven mostraba al público visitante sus proyectos relacionados con el arte y la creatividad (y con la tecnología en medio), bienestar emocional y social, cultura y diversidad, educación mediática, prevención de violencia escolar, memoria histórica con uso de plataformas digitales e instalaciones específicas. Fue todo un escenario horizontal y abierto a la ilusión por enseñar buenas prácticas y resultados, detrás de las cuales hay mucho profesorado implicado.


Los escenarios a nuestro alrededor, por tanto, son diversos. Delante tenemos un nuevo curso escolar en España, lleno de contenidos y proyectos ilusionantes, con menos alumnado y más profesorado en las aulas de Cataluña. En tiempos tan inciertos y llenos de novedades tecnológicas, confiemos en la gran labor docente y en la de un alumnado que a menudo, debería ser más tenido en cuenta por el valor de su sentido común y opiniones. Ayudaría a remontar tantas barreras prohibicionistas como imperan. Más hablar en horizontal para buscar mejores soluciones. Y, para esto, no es obligatorio usar la IA.








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