Título: Mi experiencia con las pruebas PISA
REDIFUSIÓN
Este artículo se publicó en su momento en la revista AIKA, año 2017, editada por el Gabinete
de Comunicación y Educación, de la
Universidad Autónoma de Barcelona. Quien la gestionaba no permite la consulta
de su web. Se desconoce el motivo. Por tanto, los artículos, a día de hoy, han
desparecido.
Reproduzco aquí abajo el texto del artículo citado,
publicado en AIKA, de mi autoría:
Mucho se ha escrito y se seguirá haciendo sobre las pruebas PISA.
Cada análisis y valoración suele añadir nuevos puntos de reflexión sobre este
iniciativa para evaluar algunas competencias a nivel internacional. Este portal
nos ha brindado la posibilidad de tener una visión más amplia y crítica,
gracias a los análisis del experto Julio
Carabaña y a la serie de artículos titulados “Desmontando PISA”, escritos
por el profesor Enrique
Díez Gutiérrez. Cada tres años se
pasan y en el mes de diciembre del año siguiente sus resultados se convierten
en titulares de todos los medios de comunicación. El impacto, por lo que se ve,
tiene fecha de caducidad. Pronto la opinión pública los olvida. No así entre
los expertos y centros educativos participantes cuando conocen sus resultados
personalizados. Este es nuestro caso. La transparencia de todos los datos,
descargables de la web, es una buena
práctica que genera muchas investigaciones posteriores. Las opiniones e
interpretaciones abundan, y más cuando son pruebas cuantitativas auspiciadas
por un organismo económico como la OCDE.
Situación
De entrada, no me queda más remedio que hablar en primera persona. Quiero aprovechar la
ocasión para aportar el punto de vista de mi experiencia con PISA, sin entrar
en valoraciones personales más profundas. El instituto que dirijo (instituto Torre del Palau de
Terrassa, Barcelona) pasó las pruebas PISA en 2015. En esta edición
participaron 537.591 alumnos pertenecientes a
72 países y regiones. La muestra española estuvo formada por 37.205
alumnos de 980 centros educativos. Hace
unos días asistimos a una interesante sesión donde el Departamento de Enseñanza
de la Generalitat de Cataluña presentaba y
analizaba los resultados ante las direcciones de los centros educativos
participantes de esta Comunidad Autónoma.
La comparativa entre los resultados de tu centro educativo, la Comunidad
a la que pertenece, España y la OCDE ayuda a ubicarlo en un lugar
concreto de las gráficas. En nuestro caso, es un orgullo que estemos por encima
de la media gracias a los esfuerzos de la comunidad educativa y, en especial,
del alumnado participante. Pero, independientemente de este positivo resultado,
quisiera partir desde los inicios de la prueba, en febrero de 2015.
La forma de escoger la muestra del alumnado de 15 años es
aleatoria. Se tiene en cuenta el análisis de casos muy concretos y justificados
que, por diversas circunstancias, puede ser descartado (no más del 5% del
total). Una vez analizada la muestra definitiva, es interesante valorarla en el
centro, con especial fijación en cada alumno, en su proceso de aprendizaje y en
su entorno familiar. En nuestro caso, había una diversidad representativa del
centro, incluidos quienes seguían programas individualizados y atenciones
concretas.
La importancia de las
TIC
Durante la prueba no se podían sacar fotografías, ni grabar vídeos
ni tampoco se permitía la presencia de
medios de comunicación. Esta vez hubo un factor muy a tener en cuenta,
desde mi punto de vista: por primera vez toda la prueba se efectuó solo con
ordenadores portátiles en bastantes países, facilitados por la empresa
aplicadora. Parece ser que las expectativas son de continuidad. En nuestro
caso, sirvió para valorar aún más los veinte años de uso intensivo de las
Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) en el centro. Aquella
predicción de futuro, decidida en su momento, demostró una visión acertada.
La fotografía del contexto es alumnado de la Educación Secundaria
Obligatoria(ESO) sin manuales en papel desde hace seis cursos, habituados a
trabajar en formatos digitales cada día, a usar teléfonos móviles en las aulas
con finalidades didácticas(están permitidos desde hace cuatro años, con
normas), con una wifi abierta y a su disposición, con metodologías innovadoras
en algunas áreas. Pero, aparte de la tecnología, valoro el hábito de uso (no en
todas las asignaturas pero sí en muchas), cierta habilidad con las simulaciones
y con las herramientas porque el centro las potencia y el alumnado también las
utiliza fuera. En la sociedad del siglo
XXI las tecnologías usadas en educación van más allá de las máquinas y sus
efectos son más profundos de lo que parece. Conocimientos, habilidades,
actitudes y el hábito de enfrentarse con novedades y con la información para
generar conocimientos. Son procesos lentos que necesitan de acompañamiento, con
resultados satisfactorios: ayudan mucho a todo el alumnado siempre que se sepa
dirigir su enseñanza.
Hubo un trabajo previo con los 42 alumnos escogidos (nacidos en
1999). El punto de partida fueron sus aprendizajes a lo largo de los cursos.
Además, se hicieron prácticas centradas en aquellas preguntas liberadas de
ediciones anteriores y se les mentalizó sobre la importancia de la prueba, con
especial insistencia en su
responsabilidad individual y en la satisfacción como grupo y como instituto, al
no generar un resultado que repercutiera directamente en su expediente
académico. Una prueba larga, que duró toda la mañana del día escogido y sobre
la que no todo el profesorado comulgaba con la filosofía de la OCDE ni con
PISA.
Desde la dirección del
centro se valoró su importancia y así se
le transmitió a quienes tenían que responder la prueba y a sus familias. Los
alumnos demostraron criterio, esfuerzo y eficacia ante la competencia central
evaluada, la científica. También se midieron otras: la comprensión lectora, la
competencia matemática y la financiera. Les motivó la posibilidad única que
tenían de enfrentarse a una prueba de ámbito mundial, donde la comprensión del
enunciado de las preguntas y el grado de concentración son muy importantes. No
se sintieron presionados por la nota obtenida.
Reflexiones
Ahora es un buen momento para releer las valoraciones de los
expertos, reflexionar desde dentro y
hacer partícipes de todos los puntos de vista al alumnado implicado y a
sus familias, con discreción y respeto a las peculiaridades y resultados de
otros centros y países.
He aquí algunas conclusiones personales sobre mi experiencia con
PISA:
-Es obvia la satisfacción por el éxito conseguido por el alumnado
que participó. Un resultado positivo que les reforzará y que estimulará al
centro a mejorar y a mirar hacia delante con ilusión. Pruebas externas como
PISA ayudan a obtener un posicionamiento en el mapa general, (mundial en este
caso). Son una evaluación más pero no más importante que el proceso de
seguimiento de cada alumno a lo largo de sus estudios.
-El fin de la educación no es estar sometiendo continuamente al
alumnado a pruebas de todo tipo para perseguir notas y estimular la
competitividad, a exámenes en diferentes formatos y a otros sistemas
evaluadores. El objetivo es aprender al ritmo de cada alumno y de las demandas
de la sociedad actual, con metodologías eficaces e innovadoras.
-Las comparativas estadísticas entre países o comunidades
autónomas están sujetas a muchas variables que condicionan el resultado final:
composición de la población, su capital cultural, situación económica, nivel de
desarrollo, grado de formación de las familias, tradiciones educativas de los
países, políticas gubernamentales, modelos educativos e inversiones. Comparar
es difícil y a menudo, muy subjetivo y sesgado.
-Importa mucho la capacidad para entender las cuestiones antes de
responderlas, con largos textos que explican y contextualizan las preguntas. La
comprensión lectora, la interpretación de la realidad, la capacidad de
abstracción ante las simulaciones y la aplicación se valoran mucho.
-La parte financiera de la prueba es interpretable y sujeta a extrapolaciones
pero se enmarca en la insistencia general en un modelo donde abundan preguntas
relacionadas con la realidad, con aspectos del día a día, con la práctica.
-La utilización de ordenadores y de las TIC demuestra la
importancia de la tecnología hoy en la educación y en la vida diaria. El
aprendizaje también ha de estar vinculado al uso y a los efectos de las TIC,
junto con muchos otros aspectos. Se ha de educar con la tecnología. Prohibirla
o alejarla de las aulas es una grave incoherencia hoy.
Vivir PISA desde dentro ayuda a completar la visión sobre unas
pruebas cuantitativas de gran impacto mundial, sujetas a muchas opiniones de
expertos, a favor y en contra, idolatradas y denostadas. Son un referente más a
tener en cuenta, que le permite al centro educativo que las pasa aproximarse a
otros modelos de evaluación en un marco internacional.
Evaristo González Prieto
30/1/2017