sábado, 23 de marzo de 2024

Futuros tecnológicos con proyecciones educativas / futurs tecnològics amb projeccions educatives

 NUEVO (en castellano y catalán)

A finales del pasado mes de febrero se celebró en Barcelona una edición más del Mobile World Congress (MWC), el congreso de tecnología móvil y conectividad más importante del mundo.

El DIARI DE L'EDUCACIÓ,  diario digital sobre educación en catalán, editado en Barcelona, publicó un artículo de la autoría de quien suscribe este texto,  sobre  proyecciones educativas de algunas tecnologías vistas en la visita al MWC. También, algunas reflexiones y conclusiones. También se mencionan las interpretaciones del congreso paralelo al MWC,  alternativo y crítico con  este, el Mobile Social Congress.

El artículo, publicado en catalán el 7 de marzo, se puede consultar en el siguiente enlace: "Futurs tecnològics amb projeccions educatives".

Para facilitar la compresión a quien no entienda el catalán (un idioma muy fácil y muy parecido al castellano), a continuación facilito la traducción al castellano:

 

Futuros tecnológicos con proyecciones educativas

Después de un tiempo en que, entre algunos sectores de la opinión pública y de la educación, la restricción o prohibición de los teléfonos móviles en los centros educativos parecía un tema capital (cuando fuera es donde más los utilizan y sin control), la llegada de una nueva edición del Mobile World Congress -MWC- en Barcelona (del 26 al 29 de febrero pasado) ofreció la actualidad tecnológica al mundo bajo el lema “Futur First”.

Algunos colectivos de docentes allí presentes interpretaban como una paradoja y, hasta cierto punto un contrasentido, que Europa siga siendo sede de un congreso como este mientas las nuevas generaciones tienen muy regulado o prohibido el acceso al móvil con finalidades educativas en el aula, limitando un conocimiento profundo y una formación sobre aquello que la tecnología ofrece. Si la decisión más extendida en algunos países es o será no al móvil al aula ni en el centro, se supone que las familias u otros educarán a sus criaturas. O no lo hará nadie, ni dentro ni fuera de los espacios educativos. Si bien existe la posibilidad de utilizar ordenadores, donde mejor se ve su impacto es aprendiendo con la presencia del artefacto en el aula, con las normas que sean necesarias. Después, cuando salgan, ejercerán su libertad y responsabilidad pero con formación. Así, pondrán mejor en práctica otra frase repetida en el MWC: “Experience the power of connection” (como que el inglés es la lengua oficial del Congreso en Barcelona, objeto de estudio general y de dominio cada vez mayor, pueden sobrar las traducciones).

 

Transiciones

Los más de 2.400 expositores congregaron más de cien mil visitantes de todas partes (muchos asiáticos), con interferencias comunicativas y de negocio que pueden ser objeto también de muchos aprendizajes, en un entorno neoliberal y capitalista.

Durante las últimas ediciones, las palabras-guía han ido evolucionando. Des de la inicial y siempre presente, Smartphone, hasta la última y más repetida en este encuentro, la Inteligencia Artificial (IA). El recorrido por concwptos tecnológicos y aparatos ha pasado por el 4G, 5G, Metaverso, ChatGPT, Realidad Aumentada, realidad Virtual, Movilidad, Electrificación, Robótica, Conectividad y ahora una  ubicua IA generativa dentro de muchos aparatos, móviles incluidos. En algunos espacios ya emergía la tecnología 6G, cuando aún la 5G es una asignatura pendiente en general.

Un estudiante universitario a punto de acabar la carrera de Derecho, contratado por una de las empresas punteras en telefonía móvil y que presentaba su último aparato con IA incorporada, explicaba el potencial que tiene para mantener conversaciones online en dos lenguas diferentes a la vez, para generar imágenes y vídeos a partir de textos o para discriminar al máximo informaciones adaptadas a las demandas del profesorado, en su caso. No obstante, según su experiencia universitaria, había herramientas para descubrir intervenciones de la IA, tramas conceptuales para el estudiante y marcos donde de momento la IA no llega y sí puede hacerlo el profesorado. Es la tecnología como factor de progreso y de visión crítica desde el conocimiento activo. Este estudiante preguntaba a los docentes no universitarios que le escuchaban en el estand si la IA ya era una materia en las aulas, si profesorado y familias también pondrían trabas como a los móviles, y si no se daban cuenta de que ya la tenemos presente en nuestras vidas, desde hace tiempo. “¿Cómo aprender a progresar sin enfrentarse a la tecnología con su uso?- les interrogaba. Una transición más en proyecciones educativas con posibles barreras.

Las múltiples novedades significaban un potente atractivo para trasladar al alumnado. Desde la admiración inicial al descubrir y entender los objetos mostrados como si fueran en un escaparate -muchos también para llamar la atención de visitantes a los estands- hasta pensar en cierto análisis crítico sobre sus aspectos positivos o ventajas y sobre los efectos de todo tipo en la vida diaria: prototipos de diversos coches eléctricos o autónomos llenos de cámaras, coches voladores, drones policiales, ordenadores con pantallas transparentes que reconocen objetos por detrás con IA, utilidades médicas y de salud, importancia de la telemedicina y de las terapias digitales (software evaluado clínicamente para prevenir y tratar enfermedades), móviles plegables, robots androides que mantienen conversaciones con humanos en directo y que son capaces de razonas y parecer que se emocionan, gafas con todo lo imaginable, tablets que convierten el contenido en 3D sin necesidad de gafas.

El análisis de la evolución tecnológica en las aulas ayudaría a convertir la educación en más competencial, más próxima a la actualidad y para preparar el futuro, siempre que la formación y la mentalidad docente esté abierta a todo esto. Aunque no se haya visitado el MWC, en webs, medios de comunicación y redes como TokTok, Youtube, Instagram i X (Twitter) se reproduce aquello más representativo, con imágenes, explicaciones y demostraciones.

Los pabellones dedicados al ecosistema de startups internacionales, el 4YFN (Four Years From Now), continúan creciendo, con personas emprendedoras , a menudo jóvenes de diferentes universidades o empresas que transmiten entusiasmo hacia las nuevas propuestas tecnológicas. Este año ha acogido 850 compañías de 176 países en dos salones, uno más que el año pasado. Son un motivo más para aprender con el talento digital que desprenden jóvenes ilusionados. Es la importancia de mirar adelante con espíritu positivo, abierto y en un proceso formador continuo.

 

Conclusiones

Como decíamos, la IA ocupaba un lugar transversal porque, de hecho, aumenta su presencia en nuestras vidas. Según estudios, el 75% de universitarios menores de 25 años la utilizan frente a una cifra muy baja de su profesorado. En sectores no universitarios también se ha disparado el uso y, también, se ha incrementado el miedo entre docentes. Quizá algunos coinciden con partidarios de la no tecnología móvil en las aulas. Mientras, aun está presente el lema del MWC 2024: “Futur first”. Si decían que la IA ya provoca la reinvención de muchas empresas, ¿cómo impactará en los sectores que desde ya han de formar a las futuras personas que trabajarán en esas industrias, en un marco de internacionalización?

En encuentros tan multitudinarios y diversos, vale la pena reflexionar sobre qué se puede aprender de congresos como este. A veces también hay aspectos cuestionables. Docentes que visitaban el MWC llegaban a las siguientes conclusiones:

-       El idioma universal de la tecnología aquí es el inglés, con persones de espacios geográficos donde se utilizan otras lenguas. Las nuestras, inexistentes. El inglés, imprescindible. A tener en cuenta en educación.

-       La importancia de las reuniones a corta distancia, rodeadas por intereses compartidos, donde exponer, emocionar, intentar convencer y escuchar a los otros son importantes.

-       El valor de la puesta en escena: cómo llamar la atención, aspectos visuales, menos textos y más transmisión con recursos para favorecer la comunicación.

-       Las frases o lemas-impacto, a menudo basados en la información, la persuasión y la positividad, por ejemplo: advancing the inteligent world, connect to better futur, think forward, science is not fiction, smart link better life.

-       El valor de la presencialidad en los encuentros, compatibles con la virtualidad.

-       Aprender escuchando a persones expertas que dialogan sin interrupciones y con respeto, compartiendo ideas, interpretaciones y visiones de futuro.

-       Hacer y mostrar: enseñar aquello que has creado o producido. Si son máquinas, tocar y probar sirve para demostrar.

-       La selección de lo más interesante, sin olvidar el conjunto que también puede impactar o llamar la atención. Centrarse ante la dispersión de tantas novedades, focalizar.

-       La amabilidad y las buenas formes para llegar a transmitir mensajes. El valor de la comunicación no verbal. Y más aquí, unido todo a possibles ventas.

-       La importancia de poner la tecnología al servicio de la educación: un año más quedó de manifiesto en actos organizados por la entidad mSchools i el Departament d’Educació  de la Generalitat de Cataluña, no solo con buenas palabras y cifras reveladoras que demuestran lo que se hace. Experiencias explicadas por docentes y alumnado demostraban el lema de mSchools: Changin Education Together.

La tecnologia en el MWC desde la perspectiva de género continúa siendo un tema pendiente: se calculaba una asistencia del 26% de mujeres en esta nueva edición. Son cifras como para pensar y tomar decisiones que favorezcan su corrección, con especial incidencia en la formación del futuro. Si miramos en perspectiva, en el Estado solo el 30% son alumnas de carreras STEM ((Science, Technology, Engineering and Matematics). A favor, una evidencia más esperanzadora: estos días se difundía el ejemplo de 35 profesionales mujeres del Estado que destacan en el sector tecnológico por su liderazgo y Trabajo.

 

Contrastes

En paralelo al MWC, cada año hay voces críticas con la realidad tecnológica, miradas que también se pueden trasladar a las aulas. Y visiones sobre el uso humanista de la tecnología, que ayude a afrontar retos éticos, o el efecto de los sesgos de los algoritmos y de la creciente influencia de tantas máquinas, o la regulación de las grandes tecnológicas, o normativas concretes para el desarrollo de la IA. En el uso de la tecnología también se debería enseñar que “NO es NO” en momentos concretos de cada día. Una propuesta no fácil de asumir en tiempos de adicción inducida. Es importante explicar porqué el NO ayuda al control y a valorar el SÍ. O qué hay detrás de tendencias como dejarse escanear el iris a cambio de criptomonedas, con largas colas de adolescentes y jóvenes hace poco en algunos espacios urbanos.

El otro congreso en paralelo al MWC, Mobile Social Congress, mostró otras realidades en torno a la tecnología, con una perspectiva crítica. El deslumbramiento que provoca el MWC se contrarrestó con reflexiones sobre el consumo y producción de tantos aparatós (cada año se venden en torno a 1.300 millones de smartphone). Ya hay 15 mil millones acumulados operando a nivel mundial (casi el doble que la población). Es como para pensar sobre qué escenarios y futuro plantea la continua digitalización con obsolescencia programada y casi sin reparaciones, sobre retos desde una perspectiva ambiental y de derechos humanos: extracción de minerales como el litio en Argentina o el cobalto en El Congo y sus graves atentados de todo tipo (muy impactante el libro  Cobalto Rojo  del periodista Siddarth Kara, basado en la realidad de las minas de ese país). La huella de CO2, las condiciones laborales en las fábricas de China y otros países asiáticos, o la justicia social y los sesgos digitales. Por encima, el poder de los algoritmos para controlarnos. “No queremos estar conectados de esta forma, no sentimos este poder de la conexión, solo sentimos sus impactos”, se afirmaba en este fórum.

 Tanto la Unión Europea como autoridades (en el caso de Cataluña, el reciente documento del Departamento de Educación con orientaciones y recomendaciones para su uso en los centros) proponen, legislan y publican normativas o documentos sobre IA. Ahora hay que conocer la efectividad de todo en nuestras vides diarias.

En resumen y para pensar: en un mundo tecnológico frenético analizar ayuda a entender, discriminar obliga a usar y mirar de forma crítica pasa por no prohibir: para aprender a interactuar con la realidad y desde los aparatos.

Evaristo González Prieto