miércoles, 30 de marzo de 2022

Conectividades móviles y cambios en la educación/connectivitats mòbils i canvis en l'educació

 El diario digital en catalán EL DIARI DE L'EDUCACIÓ, publica hoy un artículo personal titulado Connectivitats mòbils i canvis en l'educació (conectividades móviles y cambios en la educación).

Se centra en exponer y relacionar la celebración del principal congreso sobre tecnología móvil del mundo que cada año se celebra en Barcelona, el Mobile World Congress(MWC) con las reivindicaciones del profesorado catalán de estos días. Protestan por cuestiones que les afectan. Algunas pueden llegar a reproducirse en otros países. En estos dos enlaces a medios de comunicación disponen de más  información: ¿Por qué protestan los profesores?, los motivos de la huelga de los professores catalanes.

El artículo original en catalán lo pueden consultar aquí: https://diarieducacio.cat/connectivitats-mobils-i-canvis-en-leducacio/ 

A continuación les facilito la traducción al castellano.

Gracias por sus atenciones.

Saludos

Evaristo González Prieto 

                                             TRADUCCIÓN AL CASTELLANO:

Conectividades móviles y cambios en la educación

 

La conectividad, en el pleno sentido de la palabra, es un término clave para entender algunas realidades, captar determinados problemas e intentar llegar a posibles soluciones, sobre todo cuando no hay entendimiento ante decisiones y puntos de vista diferentes. Conexiones, desconexiones, interconexiones, sin conexión, fuera de cobertura o de conexión. Además, tecnologías que impulsan el contacto, la intercomunicación, el progreso y también originan disfunciones con consecuencias negativas.

En la educación conectar es imprescindible. Alumnos, familias, instituciones, organizaciones, sociedad; conocimientos, conceptos, competencias, habilidades, actitudes, aptitudes: son algunas palabras en representación de muchas otras que no tendrían sentido sin una auténtica interconexión entre ellas y con las personas dentro y fuera de las aulas. En medio, también la tecnología como facilitadora de los procesos, aún más imprescindible en un mundo en constante movimiento. Hoy, todo es más móvil que fijo. Movilidad y conectividad, dos claves también en los procesos educativos.

 

MWC 2022

La palabra conectividad formaba parte del lema del congreso más importante del mundo sobre tecnología móvil, que cada año se celebra en Barcelona, el Mobile World Congress 2022 (MWC): Connectivity unleashed, con dos traducciones interesantes en nuestras dos lenguas oficiales, por los términos usados en la transcripción: connectivitat desfermadaen catalán, conectividad desatadaen castellano. Como en las ediciones anteriores, gracias a la progresiva  ausencia de la pandemia COVID 19, la tecnología móvil atraía a más expositores que en 2021 (este año, según la organización, la GSMA, más de 60.000 asistentes de más de 150 países, con más de 250 millones de euros en negocio). Curiosamente, hubo algunos problemas de conexiones el primer día en el exterior para entrar a un recinto -sin tarjetas impresas, solo con un código QR- donde, quizá, la principal conectividad no era tanto la 5G que se mencionaba por todas partes sino la presencial entre humanos que trabajan y negocian con futuros tecnológicos desde los pabellones deslumbrantes para atraer la visita y el contacto.

 

Miradas

La feria del MWC informa más que educa, con las diferentes miradas de los reclamos cautivadores que llaman la atención. Perros mecánicos, hologramas, realidades inmersivas, gafas de todo tipo, inteligencia artificial, aparatos autónomos, muchos robots, NFTs, tecnologías verdes, oficinas más inteligentes, chips más potentes, 3G, 4G, 5G, 6G, intentos de demostración de la palabra de moda (el metaverso), aplicaciones para la salud, menos teléfonos móviles (celulares) que nunca y muchas otras tecnologías solo aptas para entenderlas desde cada ámbito profesional.

Excepto la exclusión por imposición a expositores de un país europeo por la barbarie de la guerra (Rusia), con la masacre y la desolación humana y material, ninguna mención más a la realidad de Ucrania, en unos espacios que parecían aislados de esta guerra y volcados a lo que significan este tipo de ferias mundiales. Quizá estos negocios pasan por alto las actuaciones de ejércitos sin escrúpulos y a los mandatarios peores que dictadores. Mientras, había bastantes aparatos como drones, robots, citas a la conectividad total, a la ciberseguridad y a tecnologías no neutras. Un grupo de docentes se preguntaba si tanta maquinaria no sería operativa también para matar ahora en Ucrania. O si se exponía aquí porque antes ya podía haber pasado por el mundo militar. Sospechaban que sí.

 

Futuros

En medio de novedades tecnológicas, la educación. Cada año, mSchools y el Departamento de Educación de la Generalitat de Catalunya organizaron una interesante jornada de reflexión, en esta ocasión (3 de marzo) bajo el título: Futurs docents, docents del futur”, (futuros docentes, docentes del futuro), una oportunidad del mundo educativo, según su información, para reflexionar sobre la intersección de la tecnología, la innovación y el humanismo en la educación, todo con los efectos de una pandemia que ha provocado un gran sobreesfuerzo en un sector tan esencial como el educativo, con direcciones convertidas en gestoras COVID siete días a la semana y toda la comunidad educativa previniendo la salud propia y ajena. 

Podríamos añadir también que, en este contexto, otros temas de gran impacto se habían puesto encima de la mesa por parte de quienes trabajan a pie de aula. Antiguas y nuevas reivindicaciones convergían con recientes propuestas anunciadas hacía poco por el Departamento de Educación, fundamentándolas en el poder de su autoridad para decidir (sin ningún tipo de consulta previa ni con el Consejo Escolar de Cataluña, ni con los representantes del sector docente ni tampoco con los sindicatos). Parecía que la conectividad desatada del MWC 2022 no era efectiva entre las autoridades hacia el profesorado, con una previsible calificación: un suspenso de los de antes para quien manda. Según la nueva denominación: en procés d’assoliment, (en proceso de consecución o logro, en castellano) que, antes de estrenarse,  ya no es válida. La vida útil de este nuevo concepto fue muy efímera. Anuncios y supresiones, todo demasiado rápido. Marcha atrás, improvisación, estrategias para evitar conflictos. O para avanzar más adelante. Cuando llegue la calma o todo esté más claro y estructurado.

De momento, antes del MWC 2022, quien manda anunciaba el planteamiento de un cambio de calendario escolar en septiembre en enseñanzas no universitarias y presentaba los borradores de los nuevos curriculums para educación básica obligatoria (los de Bschillerato, mucho después de las filtraciones), amb l’alumnat en el centre de tot(con el alumnado en el centre de todo), frase repetida como si fuera un mantra. La demostración de la desconexión con las aulas alimentó reivindicaciones por parte del sector educativo: las inversiones en educación, la estabilidad de interinos, los planteamientos sobre las titulaciones de catalán, el tema del porcentaje de castellano, el aumento de los gastos de funcionamiento en el presupuesto signado a los centros por el continuo incremento de precios de las energías, el plan de impulso del catalán, el entorno digital del centro, las nuevas figuras llamadas Mentorías digitales, etc. Con temas del presente a los que, si no se busca una respuesta dialogada y consensuada (en caso de que este término aún tenga sentido), pasarán factura también al futuro de la ciudadanía que se está educando ahora. ¿Aquí también falta la conectividad?

Un año más, la profesionalidad y experiencia del conductor del acto, Albert Forn, de mSchools, consiguió con claridad y éxito los objetivos planteados: tratar del futuro con autoridades educativas, profesorado, expertos; además, experiencias premiadas y un protagonismo muy acertado entre el público: por primera vez, estudiantes de las Facultades de Educación de las universidades como invitados. Allí estaba presente el futuro profesorado.

Compartimos ideas escuchadas en el acto del jueves 3 de marzo (sin mencionar quién las dijo), ideas-fuerza en contextos educativos complejos, algunas no por repetidas pierden su importancia, aparte de las huelgas y movilizaciones posteriores del profesorado, que también han tenido su importancia:

-       En un mundo diferente, el alumnado trabajará en profesiones desconocidas.

-        La transformación educativa se podría considerar como uno de los objetivos prioritarios para 2030, que se incluye en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

-       Es necesario transformar los espacios de los centros educativos, al servicio del aprendizaje nuevo.

-       La competencia digital docente ya no es una opción, forma parte de la alfabetización del profesorado. Los docentes como agentes de experiencias.

-       El reto de la transversalidad de la competencia digital en la universidad, todo un reto para unas instituciones educativas que a veces parece que están en el siglo XIX y han de enseñar al profesorado del siglo XXI. Por ejemplo, a unos cuantos estudiantes presentes en la sala.

-       Es preciso evitar el tremendismo educativo, saber alinear las oportunidades y retos del país con la educación. Habría que neutralizar la individualidad.

-       Clases de miradas: curricular, pedagógica y metodológica (incluye la tecnológica).

-       Nunca la tecnología que se utiliza en educación se ha creado expresamente para educar. La misión del profesorado continúa siendo importantísima, y más con el uso de la tecnología.

-       Se necesita formar al profesorado de otra manera, con competencias transversales. Hay un currículum saturado de contenidos.

-       Como última idea, la famosa frase atribuida a Albert Einstein que se cita en todas partes, y recordada también aquí: Si quieres conseguir resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo

 

Universitarios

En la sala había estudiantes que aplaudían al profesor universitario que, en el panel de expertos, reivindicaba una universidad del siglo XXI. A los más cercanos se les oía que observaban, se añadían al entusiasmo del profesor asistente y se preguntaban qué pasaría en aquel momento en las aulas, sobre todo en aquellas en las que se reproduce lo mismo que es habitual en la universidad más tradicional. Al salir, un grupo de universitarios y docentes compartían reflexiones sobre los cambios de hábitos provocados por la tecnología. Los estudiantes incidían en la digitalización que margina a personas mayores por falta de acceso presencial a oficinas bancarias (decían que también podían pagar con el móvil que llevan en el bolsillo), en otras marginaciones tecnológicas, en la educación en la seguridad de la tecnología móvil, en el secuestro emocional por las adiciones a  redes sociales ya imprescindibles. Hablaban de Instagram (decían que pronto quedará atrasado), pero sobre todo de Tik Tok, fuente de tendencias, de descubrir y ser descubierto, de superficialidades y de promociones de todo tipo. Hasta comentaban que habían oído que alumnado muy joven de educación obligatoria ya estaba presente en OnlyFans, que hay aplicaciones que promueven la compra y venta de encuentros personales para no ir solo a actos concretos o evitar soledades diversas. Decían que en plena conectividad con el móvil en tiempo de amor líquido, a menudo los problemas y las soluciones surgen por no tener habilidades relacionales ni sociales, en tiempos de tantas conexiones y casi sin presencialidad física.

Durante los últimos días de huelgas, la riqueza de frases reivindicativas en manifestaciones y en los centros educativos era evocadora de realidades complejas, por ejemplo (traducidas del catalán): no es por el horario,  la imposición no es la solución; el curriculum no se improvisa; ratios + altas – atención; fuera chapuzas en educación; no es por las vacaciones, es por las carencias, etc.

Se sentían voces y opiniones de docentes que enfrentaban y/o defendían la escuela tradicional frente a la transformadora o algunos aspectos de las dos, los contenidos  frente a las competencias, dudaban sobre los resultados de los trabajos por proyectos, de los nuevos formatos, de la llamada innovación frente a las metodologías de toda la vida, hasta de la tecnología frente a los sistemas analógicos del papel de siempre. 

Quizá estamos en un buen momento, uno más, para reflexionar aún más, para conectar mejor con aquellas ideas y propuestas diferentes a las nuestras; para analizar en profundidad resultados, causas y cómo mejorarlos teniendo una mirada en el futuro; ejerciendo crítica y autocrítica para avanzar con unos ojos muy abiertos a una realidad proyectada. El pensamiento crítico también debería comenzar por uno mismo.

En el sector de la educación, como en cualquier conflicto o en debates actuales, ahora abundan versiones diferentes, comentarios, sospechas, rumores, reenvíos de mensajes, desinformaciones poco educativas que generan confusiones, evitan el análisis a fondo y enmascaran las verdades palpables. Desde las aulas la vida es más real que desde los despachos.

 

Reiniciamos

El martes 22 de febrero el programa “Sense Ficció” de TV3 emitió un reportaje en catalán titulado Reiniciar les aules(reiniciar las aulas). El programa plasmaba la transformación puesta en marcha en muchos centros educativos, ejemplos de proyectos y experiencias que podrían ser guías para cambiar la forma de enfrentarse a la realidad más inmediata, de incentivar al alumnado, de estudiar y acceder al conocimiento; el impacto de las tecnologías en la transformación de las metodologías y su repercusión en el aprendizaje para incentivar la creatividad, los caminos vitales elegidos por vocaciones específicas escogidas por el alumnado y la importancia de la educación informal. En 57 minutos y 35 segundos se ofrecía un abanico de opiniones y propuestas, con uno de los hilos conductores que quizá se podría relacionar con el surgimiento de ideas y prácticas tecnológicas expuestas en el MWC: un estudiante de quince años que ha aprendido a pilotar un avión Airbus 320 con el ordenador desde el lugar donde vive gracias a la ilusión, la actitud, el esfuerzo, el proceso de trabajo, la constancia y el entusiasmo. ¿Con estos conocimientos podría llegar a conducir una avioneta ahora? Historias de profesorado, de estudiantes, de contextos, de expertos, de una universidad puntera como es la UOC que enfocan hacia unos cambios tan evidentes como inevitables. 

En tiempos complejos, demasiado móviles, con reivindicaciones, nuevas construcciones curriculares, nuevas propuestas horarias, nuevas denominaciones, alteraciones de costumbres, cambios transformadores, visiones de futuro, críticas y revisiones de decisiones anunciadas, no nos queda más remedio que conectarnos más y mejor entre todos con un espíritu más constructivo. Conocemos el presente y hemos de afrontar el futuro. Quizá también nos deberíamos reiniciar. 

 

Evaristo González Prieto

30/3/2022



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