lunes, 7 de noviembre de 2011

En cibercomunicación también tenemos que aprender de los alumnos

En la sociedad 2.0 las posibilidades informativas, comunicativas y de aprendizaje son múltiples y continuas. A veces, hasta hay que administrar el exceso. En el campo de la educación, el papel del profesorado es muy importante como guía y facilitador del aprendizaje pero también el alumnado es mucho más relevante que en los modelos tradicionales anteriores a la Escuela 2.0. Nuevas actuaciones, cambio de papeles, otros paradigmas componen la innovación en educación y sus relaciones con la cibercomunicación.
¿Qué nos puede enseñar el alumnado no universitario al mundo adulto? Nos podemos fijar en algunas propuestas que se deberían observar, tenerlas en cuenta y sacar conclusiones:
- Marcan tendencias, hacen guiños a nuevos hábitos.
- Introducen nuevos dispositivos, otros usos y otros lenguajes.
- Interpretan la comunicación tradicional de otra manera y pueden traducirla a “lenguajes” propios.
- Son savia nueva que a veces “lubrica” engranajes antiguos o ya oxidados por su falta de adaptación a la nueva realidad.
- Difunden sus conocimientos en Internet mediante estructuras comunicativas no lineales.
- Ayudan a mejorar, publicitar y extender la imagen de los centros educativos.
- Sus críticas a las enseñanzas que reciben en clases a veces hasta son constructivas.
- Introducen aire fresco que oxigena al profesorado
- Si hoy los alumnos dicen que aprenden mucho más fuera que dentro de las aulas, habrá que tirar los muros que separan estas dos realidades. O que los docentes se autoexaminen.
- El curriculum de conocimientos que marcan las autoridades educativas cae por su propio peso: o sea, por el peso de Internet.
- El uso de multicanales comunicativos para difundir el conocimiento tiene un efecto multiplicador de su impacto en la Red (youtube, redes sociales, blogs, etc).

Los alumnos dejan huellas para que los adultos en general y el profesorado en particular puedan reflexionar sobre:
- Cómo el alumnado construye el conocimiento con tantas herramientas y pantallas abiertas a la vez.
- Cómo se comunican entre sí y con el exterior.
- Cuál es el efecto de las multipantallas, multicanales e interpretaciones semióticas.
- Cómo se forman una “personalidad digital”: el ser, el estar, el parecer y el aparentar.
- Cómo su currículum digital y el rastro que dejan en la Red son cada vez más fundamentales en su vida a la hora de descubrir quiénes son y qué saben hacer.
- Cómo investigan en y con la Red.
- Cómo tantos impactos informativos el alumnado los convierte en “alimento” competencial.
- Qué herramientas y webs escogen como Favoritas o como Marcadores y con qué finalidad.

Con tantos interrogantes, sólo queda abrir los ojos, ver y dejarse ayudar por quienes en realidad son alumnos. Los profesores, no obstante, tienen la posibilidad de salir reforzados siempre que actúen con empatía, tacto y “vean” con una mentalidad muy abierta. Al fin y al cabo, son quienes deben saber lo principal: ser docentes.

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